Por medio de la presente, pedimos a la Asamblea Nacional y al Sr. Presidente de la República del Ecuador: Que se respete el Artículo 45 de la Constitución que protege la vida desde la concepción.
¡FIRME ESTA PETICIÓN!
1er Objetivo: 1.000 firmas ¡ALCANZADO! SEGUNDO OBJETIVO: 5.000 firmas (Las firmas se actualizan cada 6 horas)
ANTE LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN ECUADOR: SANTA INDIGNACIÓN
¿Estaremos frente a una Dictadura Judicial en pleno Siglo XXI?
El miércoles 28 de abril del 2021 quedará marcado para la historia como el día en que el Ecuador entró a participar del genocidio más grande de la historia de la humanidad, esto es, el pérfido asesinato de niños inocentes en el seno materno, pues 7 Jueces de la Corte Constitucional, cuales ‘herodes’ cebándose en la matanza de inocentes, despenalizaron el aborto en estas tierras consagradas al Sagrado Corazón de Jesús y al Sapiencial e Inmaculado Corazón de María.
Hasta el momento, en el mundo han fallecido por el Covid -19 alrededor de 5 millones de personas, según cifras oficiales. No obstante, la suma de estas terribles muertes, no supera a los 219 millones de abortos que se registraron a nivel mundial entre los años 2015 y 2019.
Al analizar la terrible realidad que se abre ante nuestros ojos, nos podemos preguntar:
¿Cuál es la situación actual del aborto en nuestro país? ¿Qué podemos hacer ante tamaña injusticia perpetrada contra los más indefensos del Ecuador?
Son las preguntas que pasamos a responder y que servirán a los ecuatorianos de bien, que tienen su fe en Dios, y que aman la vida y la familia, a reaccionar vigorosamente ante esta embestida letal contra los niños ecuatorianos, que es, sobre todo, un pecado que clama al Cielo y a Dios por un castigo.
Ecuatoriano, recuerde: ¡La inacción es complicidad!
– El camino de la despenalización del aborto en el Ecuador
Como ya se mencionó en este manifiesto, la Corte Constitucional (CC) fue el órgano del estado que terminó dictando sentencia de muerte para incontables niños del Ecuador, en estrecha conexión con un grave vicio jurídico que, desde la aprobación del mal llamado “matrimonio” homosexual, por el mismo órgano, viene siendo denunciado por importantes juristas de nuestro país, y es que la Corte Constitucional excede en Ecuador el razonable ámbito de sus funciones, actuando no solo como legislador, suplantando a la función legislativa, sino incluso modificando arbitrariamente la propia Constitución de la República, origen y límite de su competencia, pues la misma en su Art. 45 protege expresamente la vida desde la concepción.
Y aunque todo esto nos cause indignación, aún falta lo peor, pues los jueces de la Corte Constitucional cuentan en la práctica –y por defecto estructural de la propia Constitución– con plena inmunidad para adoptar CUALQUIER decisión pública, por equívoca o injusta que resulte.
Y va más lejos todavía…
Pues la sentencia de la Corte, al no establecer límites ni parámetros, permitió el aborto hasta el noveno mes de embarazo, y dispuso que la Defensoría del Pueblo elabore, en dos meses, un proyecto de ley que regule el llamado aborto por violación, y que sea tratada y debatida en un plazo de seis meses por la Asamblea Nacional…
Nos encontramos en esta última fase de la ejecución de tan malhadada sentencia, y la Asamblea Nacional se encuentra discutiendo el brutal proyecto remitido por la Defensoría del Pueblo, que, entre otros aspectos execrables, prevé:
- Aborto hasta el noveno mes de embarazo.
- Pretende consagrar al aborto como ‘derecho’.
- Promoción del aborto con fondos públicos.
- Obliga a los médicos e instituciones a practicar abortos.
- Deja en impunidad a los violadores, pues no se ocupa de que sean denunciados ante las autoridades.
Tal es el proyecto que hasta el 28 de diciembre la Asamblea Nacional deberá debatir. Mientras tanto, la sentencia de la CC continúa amparando abortos sin límites ni regulaciones.
– Ante la matanza de los inocentes, dentro del orden y de la ley: Santa indignación
Ante el peligro, la actitud del católico no es el pánico, sino la oración, oración que, fecundada por Dios, se transforma en energías de apostolado, de lucha e intrepidez.
Este es el movimiento de alma que debemos tener los más de 80% de católicos que conformamos la República del Sagrado Corazón de Jesús, pues ahora más que nunca, es necesario actuar y levantar una verdadera Cruzada en defensa de aquellos que no tienen voz ni medios de defensa.
En un estado democrático, donde a la sociedad civil le debería corresponder el principal papel en la conducción de las decisiones estatales, es necesario manifestar públicamente nuestro rechazo y nuestra indignación ante este inicuo proyecto de ley presentado por la Defensoría del Pueblo, pidiendo a la Asamblea Nacional y al Sr. Presidente de la República del Ecuador:
- Que se respete el Articulo 45 de la Constitución de la República del Ecuador, que protege la vida desde la concepción, consagración jurídica del quinto mandamiento de la Ley de Dios: “No matarás”.
2. Que se realice una reforma constitucional que logre que la Corte Constitucional se ajuste a los elementales principios de responsabilidad y juridicidad, respondiendo por sus decisiones y sentencias ante sus mandantes, los ciudadanos, garantizando que las decisiones sensibles para la generalidad de los ecuatorianos, emitidas por la Corte –muy especialmente aquellas que atañen a aspectos de conformación moral, histórica y sociológica– puedan ser efectivamente sometidos a plebiscito, al tiempo que se garantice la responsabilidad de sus integrantes por el abuso de sus cargos y desviación de poder, pudiendo ser sometidos a juicio político.
3. Que se utilicen todos los medios jurídicos necesarios para revertir la nefanda sentencia 34-19-IN/21 de la Corte Constitucional, que despenalizó de modo amplio el llamado aborto por violación, dictando así sentencia de muerte contra innumerables inocentes. Asimismo, solicitamos que se apliquen los mecanismos jurídicos que aseguren el respeto legal de las convicciones de la mayoría católica del país sobre la familia y la moral.
Dejamos sentado nuestro firme rechazo a la institucionalización de cualquier tipo de aborto.
Por eso, la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción, invita a firmar el presente manifiesto en contra a la implantación del crimen del aborto en nuestro país y demás leyes anticristianas.
Criminales, sí, responsables por «intervenciones mortíferas»: la expresión fluye de la pluma autorizada de Pío XI. Así, pues, los católicos no pueden censurar como exagerado el calificativo dado aquí a los que practican el aborto.
Confiados en la Santísima Virgen de El Buen Suceso, patrona de todos los ecuatorianos, depositamos esta petición ante el trono de esta Excelsa Soberana, petición desde ya victoriosa, pues no hay nada que derrote a un pueblo virtuoso que verdaderamente ame a Dios y pida el Socorro de Nuestra Madre, María Santísima.

Comisión de Estudios de la
Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción
Pro Cutura Occidental