Si, el Rosario es el arma más poderosa contra el mal.

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John Horvat II

Daniel Panneton, escritor sensacionalista en “The Atlantic”, cree que ha descubierto una gran conspiración nacionalista cristiana “rad trad” (tradicionalista radical) centrada en el Rosario. En su ataque, titulado “Cómo la cultura extremista de las armas está tratando de cooptar el Rosario”, busca transformar el augusto sacramental en un talismán de extrema derecha.

site del artículo: https://www.theatlantic.com/ideas/archive/2022/08/radical-traditionalist-catholic-christian-rosary-weapon/671122/

Intentando condenar el Rosario por asociación, sostiene que forma parte de una “cultura absolutista de las armas” y de una “política conspirativa”. Así, cualquier activista conservador que rece el Rosario corre el riesgo de ser acusado de convertirlo en un arma y, por tanto, constituye un peligro para la sociedad.

El señor Panneton podría haberse ahorrado mucho tiempo y problemas si hubiera investigado sobre el Rosario en otros sitios, más allá de los portales conspirativos que recorrió para armar su dramática Catilinaria.

Los católicos nunca han ocultado el hecho de que el Rosario es un arma en la lucha contra las fuerzas del mal. Durante siete siglos ha sido un arma poderosa contra el mundo, el demonio y la carne, y nuestro tiempo no es una excepción. De hecho, el Rosario es ahora más necesario que nunca.

Santo Domingo promovió el Rosario en el siglo XIII principalmente como un medio para combatir la herejía albigense. En 1571, el Papa Pío V convocó a toda la Cristiandad a rezar el Rosario para derrotar a la flota musulmana en Lepanto. Posteriormente, el 7 de octubre, fecha de la victoria católica, fue declarado Fiesta del Santísimo Rosario.

Nuestra Señora le entrega el Rosario a Santo Domingo de Guzmán

Apareciéndose a tres pastorcitos en Fátima, Portugal, en 1917, Nuestra Señora pidió a todos que rezaran el Rosario diariamente para poner fin a la guerra en Europa. Muchos observadores atribuyen la retirada del ejército soviético de Austria en 1955, después de la Segunda Guerra Mundial, a las multitudes que asistieron a los rosarios en las plazas públicas organizados en todo el país por el p. Petrus Pavlicek.

El Rosario está en el corazón de la batalla dondequiera que se combatan los enemigos de la Iglesia. Esta nunca ocultó el aspecto combativo del Rosario y las actitudes militantes que el cristiano debe asumir en un mundo hostil. No hay nada de malo en adaptar estas imágenes a la guerra y a los tiempos modernos. No es casualidad que el Beato Papa Pío IX declarara: “Dame un ejército rezando el Rosario, y conquistaré el mundo”.

Con una trayectoria probada, el Rosario es un arma auténtica y eficaz contra los verdaderos enemigos de la Iglesia. Infunde terror en los corazones de quienes persiguen a la Iglesia, incluidos los que participan en la guerra cultural actual.

Así que los ataques del Sr. Panneton al Rosario solo pueden explicarse porque lo ve como una amenaza a la cultura impía actual. No puede dejar de señalar la presencia creciente del Rosario en todos los frentes de la guerra cultural. Su increíble poder cerró clínicas de aborto, canceló Drag Queen Story Hours y enfureció a los activistas satánicos. Su ataque no está dirigido a la extrema derecha, sino a los fieles católicos que rezan el Rosario en una plaza pública, en obediencia al pedido de Nuestra Señora en Fátima. Eso lo aterroriza.

La preocupación del Sr. Panneton con el Rosario tiene tres fallas significativas.

Él no entiende la naturaleza del Rosario como oración que une a Nuestra Señora los que lo rezan. Así, crea la ficción blasfema de que, funcionando como amuletos, los rosarios están produciendo una facción extremista.

Por su naturaleza, el Rosario une a los fieles católicos a Nuestra Señora, toda pura, íntegra e incapaz de pecar. Nada en Ella puede ser usado contra el bien común. Los que rezan el Rosario siempre se esforzarán por no violar la ley de Dios. Sugerir que los devotos del Rosario son potenciales terroristas de extrema derecha no es más que un insulto a todos los que aman y rezan el Rosario.

El segundo problema del columnista es su deseo de aislar el Rosario para neutralizarlo. Al acusar a los conservadores de convertir el Rosario en un arma, busca encerrarlo en un gueto. Considera aceptable el Rosario siempre que sea dentro de las iglesias y lejos de la plaza pública. Es necesario reducir el Rosario a un torrente de bienestar para sostener las almas débiles o ansiosas. Debe quedar en manos de lo que el escritor llama “santos” y por lo tanto sería inofensivo. Lo que no se puede permitir es la mezcla del activismo católico y el Rosario.

En su visión del Rosario, el Sr. Panneton quiere limitar su uso contra males vagos y ambiguos. Los devotos del Rosario deben limitarse a sus luchas internas y subjetivas, buscando apuntar a un “Satanás” folclórico que existe solo en sus nerviosas imaginaciones católicas, y no en el mundo real.

El autor hace sonar la alarma cuando los católicos identifican la Misa Negra Satánica en la Universidad de Harvard o el Ayuntamiento de Oklahoma, así como la agenda LGBTQ+ y los llamados “derechos reproductivos” como malvados. Así, el Rosario favorece peligrosas posiciones “homofóbicas” y representa un “militarismo [que] glorifica también una mentalidad belicista y nociones de masculinidad y fuerza masculina”. El descarriado escritor canadiense revela su extremismo al defender todas las posiciones de izquierda.

Cuando los opositores nos dicen que dejemos de usar el Rosario, es una señal segura de que está teniendo un impacto inmenso contra los “principados y potestades” que gobiernan el mundo moderno (Efesios 6:12). ¡Es hora de lanzar el ataque!

El Rosario es un arma muy poderosa, y los católicos deben usarla públicamente, con gallardía y fervor.

Rosario de Hombres realizado en la Plaza San Francisco en la ciudad de Guayaquil el mes de Junio de 2022.

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