
Carta Abierta al Sr. Presidente de la República del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza

Excelentísimo Señor Presidente:
La ley que garantiza el acceso al aborto por violación (ley que asegura el aborto como un derecho, asesina niños hasta el 4to mes de embarazo, obliga a los médicos a realizar abortos y deja libres a los violadores, pues no requiere denuncia para abortar) fue aprobada subrepticiamente por la Asamblea Nacional el pasado 17 de febrero del 2022, dejando como única opción para salvar la vida de innumerables niños ecuatorianos en el seno materno, su VETO como Presidente de la República del Ecuador, veto que solo podrá ser interpuesto hasta el 23 del presente mes.
Aunque V.E. ha manifestado públicamente que vetará esta ley abortista, nos llenan de sorpresa y desconcierto sus nuevas declaraciones, que ratifican aquellas de hace un año, en que señala que, si bien es “Católico, Apostólico y Romano” y defiende “la vida desde la concepción hasta la muerte natural”, como presidente “respeta el fallo de la Corte Constitucional del Ecuador a favor del aborto por violación”, sentencia espuria, ilegítima y abusiva que originó el meollo del asunto.
La incoherencia no podría ser más flagrante, pues la sentencia que promulgó la Corte Constitucional transgrede:
1ro: El 5to mandamiento de la Ley de Dios “No Matarás” (Ex 20, 13)
2do: El Catecismo de la Iglesia Católica (Cfr. 2258), que establece que la “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin.” “El que mata y los que COOPERAN VOLUNTARIAMENTE con él cometen un pecado que clama venganza al cielo (cf. Gn. 4, 10).”
“El infanticidio (cf. GS 51), el fratricidio, el parricidio, el homicidio del cónyuge son crímenes especialmente graves a causa de los vínculos naturales que destruyen. Preocupaciones de eugenesia o de salud pública no pueden justificar ningún homicidio, AUNQUE FUERA ORDENADO POR LAS PROPIAS AUTORIDADES.” (Cfr. 2268)
3ro: El derecho canónico que sanciona en el canon 1398: “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en EXCOMUNIÓN LATAE SENTENTIAE (inmediata).”
Por lo tanto, de acuerdo con la moral católica el Aborto es intrínsecamente malo, no hay razón que lo justifique.
4to: La propia CONSTITUCIÓN DEL ECUADOR, que en su artículo 45nos dice: “Las niñas, niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los específicos de su edad. EL ESTADO RECONOCERÁ Y GARANTIZARÁ LA VIDA, incluido el cuidado y protección DESDE LA CONCEPCIÓN.”
Por lo mencionado, V.E. no podría, ni como Católico ni como Presidente de la República, aceptar, ni la sentencia de la Corte Constitucional, ni la Ley de muerte de la Asamblea Nacional que es fruto de la sentencia de marras, so pena de atraer sobre nuestra Nación, consagrada al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, la venganza Divina al incurrir en una violación directa de la Ley de Dios, de sus principios como Católico, y de la propia Constitución del Ecuador, que protege la vida desde la concepción, y que juró defender y proteger aquel 24 de mayo de 2021.
Es así, que el pedido que realizan la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción Pro Cultura Occidental y los más de 110.000 ecuatorianos que han firmado sus peticiones en contra de la implantación del aborto en Ecuador, radica en que V.E., como Presidente de la República y fiel a sus principios, a la Constitución y a la fe católica de la gran mayoría del pueblo ecuatoriano, VETE TOTALMENTE el proyecto de ley abortista y tome las medidas jurídicas pertinentes (consulta popular, reforma constitucional, etc.) para revertir la execrable sentencia de muerte para los inocentes, dictaminada de manera ilegítima y abusiva por la Corte Constitucional.
“¡Escuchad, reyes, y entended! ¡Aprended, jueces de los confines de la tierra!¡Prestad atención, los que domináis multitudes y estáis orgullosos de esa muchedumbre de naciones! Porque del Señor habéis recibido el poder, del Altísimo la soberanía: Él examinará vuestras obras y sondeará vuestras intenciones. Siendo ministros de su reino, no habéis gobernado con rectitud, ni respetado la Ley, ni habéis obrado según la voluntad de Dios, Él caerá sobre vosotros en forma terrible y repentina, ya que un juicio inexorable espera a los que están arriba. Al pequeño, por piedad, se le perdona, pero LOS PODEROSOS SERÁN PODEROSAMENTE CASTIGADOS”. (Sabiduría 6, 1-6)
¡Cuidado, Sr. Presidente, no podéis ser cómplice del brutal asesinato de niños inocentes en el vientre materno!
Que la Santísima Virgen de El Buen Suceso ilumine a Vuestra Excelencia en esta trascendental decisión para el futuro de nuestra Patria.
¡Dios No Muere!

NO AL ABORTO EN NINGUNA ETAPA DESDE LA CONSEPCION HASTA QUE NAZCA. SI A LA VIDA.
No al aborto es matar dos vidas la madre y el hijo está ley es un negocio