Oscar Gomez Vera
El Ecuador Tierra consagrada al sagrado corazón de Jesús desde su existencia ha tenido 20 constituciones y el día de hoy analizaremos especialmente dos diametralmente opuestas. La primera realizada en el año de 1869 por el Presidente mártir Don Gabriel García Moreno que fue denominada “carta Negra” por los revolucionaros de aquel entonces, ciertamente porque esta constitución representó un anochecer para ese mal que quería se perpetuado en nuestro país desde su nacimiento en 1830 por medio del laicismo y sus detentores que desde Francia venían impartiendo a toda América esta nueva forma de Estado en el que se destronaba a Dios y se sentaba en su lugar al “pueblo soberano” que era el ídolo por el cual en la Revolución Francesa había derramado la sangre de miles de inocentes.
Y estos mismos malhechores al ver una constitución tan llena de Amor de Dios y a su Iglesia no dudaron en acabar con su autor (El presidente Mártir) y después pasar a denominar esa Áurea constitución como “Carta Negra” pues era una total oposición a los ideales que la Revolución tenía para américa latina y el mundo entero.

La Constitución, que infelizmente rige actualmente nuestro país, fue elaborada en el año 2008 en Monte Cristi, y esta es la que será la que se comparara con la que elaboró Don Gabriel García Moreno.
Constitución Áurea para la Iglesia y Negra para sus enemigos
En primer lugar, Don Gabriel García Moreno “consideraba la constitución como el alma de una nación o el gran resorte de la vida moral y material; y por eso, pensaba, con razón que Dios no había dejado a los utopistas el encargo de construir o reconstruir a su capricho, ni las naciones, ni las familias. García Moreno creía que Dios había enviado a su Hijo a la tierra para gobernar las naciones lo mismo que las almas, y que, por consecuencia, la verdadera constitución de los pueblos tiene por autor a Jesucristo, y por formula, el código evangélico.” 1
Es así que la constitución de 1869 comenzaba en su preámbulo de la siguiente forma;
“En el nombre de Dios, uno y trino, autor, conservador y legislador del universo, la convención nacional del Ecuador ha decretado lo siguiente…”
De manera seguida, declara en su primer artículo que “la religión de la República es la Católica, Apostólica y Romana, con exclusión de cualquier otra, y se conservará con los derechos y prerrogativas de que debe gozar, según la ley de Dios y las disposiciones canónicas. Los poderes políticos están obligados a protegerla y hacerla respetar”.
En medio de las constituciones de toda América de aquella entonces, en las cuales sólo se hablaba de los derechos del hombre, Don Gabriel García Moreno realizó, ese “Quis ut Deus?” “¿Quién como Dios?” 2 y colocó a los derechos de Dios por encima de todo.
Dando así la libertad a la Iglesia para que ella cumpla con su misión dada por Dios; enseñar, gobernar y santificar. De tal manera esta misión se realizó, que se podría decir del Ecuador de aquella entonces, lo que el Papa León XIII habla en su encíclica inmortale Dei sobre la Edad Media: “Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados. En esa época la influencia de la sabiduría cristiana y su virtud divina penetraban las leyes, las instituciones, las costumbres de los pueblos, todas las categorías y todas las relaciones de la sociedad civil” […] “Organizada así, la sociedad civil dio frutos superiores a toda expectativa, cuya memoria subsiste y subsistirá, consignada como está en innumerables documentos que ningún artificio de los adversarios podrá corromper u obscurecer”.
Constitución negra para la Iglesia y áurea para sus enemigos
La constitución que actualmente rige nuestro pais es la aprobada en la última asamblea constituyente en Montecristi en el año 2008 y consta con el siguiente preámbulo:
“NOSOTRAS Y NOSOTROS, el pueblo soberano del Ecuador, RECONOCIENDO nuestras raíces milenarias, forjadas por mujeres y hombres de distintos pueblos, CELEBRANDO a la naturaleza, LA PACHA MAMA, de la que somos parte y que es vital para nuestra existencia, INVOCANDO el nombre de Dios y reconociendo nuestras diversas formas de religiosidad y espiritualidad”.
…“APELANDO a la sabiduría de todas las culturas que nos enriquecen como sociedad, COMO HEREDEROS de las luchas sociales de liberación frente a todas las formas de dominación y colonialismo”.
…“Y con un profundo compromiso con el presente y el futuro, Decidimos construir, Una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay (El Buen Vivir)”
… “Una sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las personas y las colectividades; Un país democrático, comprometido con la integración latinoamericana -sueño de Bolívar y Alfaro-, la paz y la solidaridad con todos los pueblos de la tierra; y, En ejercicio de nuestra soberanía, en Ciudad Alfaro, Montecristi, provincia de Manabí, nos damos la presente.” 3
¡QUÉ CONTRASTE!, basta leer sólo el preámbulo para tener una idea clara de lo diametralmente opuesto que son estas dos constituciones, la primera toma al Dios, uno y trino, y lo pone como su autor, la segunda lo destierra e introduce una supuesta idea de “Dios” en medio de ídolos paganos como la Pacha Mama, como si este pudiera coexistir en medio de la falsedad y del relativismo moral. Citando además a Eloy Alfaro, gran perseguidor de la Iglesia Católica, como inspirador de la misma. Y por último, cabe recalcar, que esta constitución, la cual tenemos actualmente, en su primer artículo reconoce al Ecuador como un Estado laico.
Pues bien, el pueblo ecuatoriano, que es en su mayoría Católico, deberá escoger en este 2021 que se avecina un nuevo Presidente de la República, el cual esperemos que escuche el clamor de un país que está cansado de que Dios este siendo pisoteado cada vez más con leyes que van en contra del mandato divino así como lo son; el aborto, el matrimonio homosexual y demás leyes inicuas…Y para que este cambio de situación sea efectivo, deberá cortarse el mal desde su raíz, es decir, volver a colocar a ese Dios, uno y trino, en el centro de nuestra Constitución y respetar las leyes divinas, tomando como ejemplo a nuestro gran Presidente Don Gabriel García Moreno.

Nuestra Señora de El Buen Suceso Patrona de todos los Ecuatorianos sea la que conduzca el Ecuador a su Divino y Adorado Hijo, en esta encrucijada histórica que nos encontramos de ser de Cristo o Contra Cristo.
¡DIOS NO MUERE!
Referencias:
- pagina 485 del libro “García Moreno Vengador y mártir” escrito por el Rev P. Alfonso Berthé.
2.“¿Quién como Dios?” grito de guerra proferido por San Miguel Arcángel en la batalla contra Lucifer que tuvo lugar en el cielo conocida como “Magnum Proelium”.
3. https://www.oas.org/juridico/pdfs/mesicic4_ecu_const.pdf
Es de admirar que tantos ciudadanos ecuatorainos no hicieramos nada en el momento mismo en que Dios fue despojado de su lugar principal en nuestra nacion. ¡¡ Dios ha sido ofendido!! como en algun momento lo hicieran en Jerusalen. ¡Dios nos perdone! Que podamos volver a poner a Dios en el centro de nuestras vidas.