Excmo. Sr. Lcdo.

Lenín Moreno Garcés

Presidente Constitucional de la República del Ecuador

En su despacho.-

Excmo. Sr. Presidente:

Frente a la significativa victoria de la vida en Ecuador contra la cultura de la muerte, La Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción, proclama: ¡frente a un mundo que se derrumba, un ideal se levanta!

El aborto se ha convertido en una de las principales banderas de lucha de la izquierda internacional y está llevando a cabo una gran matanza de inocentes en todo el mundo. América Latina es uno de los últimos bastiones en Occidente que la cultura de la muerte pretende conquistar.

Esta implantación que se ejerce, camufladamente, pero a manera de una dictadura efectiva, se ha ido logrando por medio de una presión ejercida de diversos modos por organismos internacionales como la ONU, el FMI y otras ONGs abortistas para: modificar las leyes e introducir el aborto; aumentar el número de casos en que éste es permitido; tomar medidas que lo faciliten. Todo esto, siempre bajo el alegato de que las mujeres estarían siendo perseguidas por las leyes que castigan el asesinato de sus hijos por nacer.

Quienes promueven el aborto interpretan a su conveniencia los tratados internacionales. Alegando que algunos de éstos implícitamente aprueban el aborto y exigen que las leyes de los países lo hagan en forma explícita y amplia, lo que constituye una clara negación de las legítimas soberanías nacionales.

El Ecuador está en la mira de esta confabulación internacional, que bajo la excusa de “Aborto por Violación”, quiere implantar una generalizada matanza de inocentes, tentativa a la cual el pueblo ecuatoriano, mayoritariamente católico, se opone férrea y rotundamente; como lo demuestran las masivas manifestaciones en defensa de la vida y la familia que se produjeron recientemente en toda la nación.

Ante estas grandes expresiones del sentir de los ecuatorianos, la Asamblea Nacional se vio obligada a respetar la Constitución, que garantiza el derecho inalienable de todo ser humano a la vida desde la concepción, en la votación sobre las reformas del COIP el martes 17 de septiembre del 2019.

Y es que el aborto, además de ser un crimen, es un pecado que clama a Dios por venganza como lo sustenta la doctrina de la Santa Iglesia Católica. Si el Ecuador oficializa la matanza de inocentes mediante la legalización de esté, la gravedad del pecado sería mayor, pues se convertiría en un pecado colectivo. No solo quedarán manchadas con sangre inocente las manos de quien firme su legalización, sino también las de todo su pueblo. Nuestra nación participaría culpablemente del genocidio mundial más grande de la historia, que cada año sega la vida de más de 56 millones de niños indefensos, frustrando el plan de Dios para ellos. Esto atraería sobre el Ecuador, nuestra querida patria la venganza de Dios, «desgraciados los pueblos que dictan leyes inicuas» Isaias 10. Los pecados colectivos son castigados colectivamente. ¡Que terrible!

Excelentísimo Sr. Presidente, el apelo que le hace la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción cuenta con el respaldo de más de 50.000 firmas recogidas en campañas públicas por todo el Ecuador en defensa de la vida. Le exhortamos a no ceder antes las presiones de grupos minoritarios pro aborto que quieren, sin legitimidad ni apoyo popular, someter al Ecuador a una verdadera dictadura impuesta por organismos internacionales, a pesar de que toda una nación se ha manifestado contraria a la cultura de la muerte, tantas veces denunciada por el Papa Juan Pablo II.

También es necesario que sea derogada la tabla de consumo de droga, que tanto perjuicio ha causado a nuestros niños, a la juventud y a la familia ecuatoriana y el cultivo de marihuana justificado con supuestos fines terapéuticos. De no hacerlo, se agudizaría este problema que está carcomiendo a nuestra sociedad.

Pedimos al Sagrado Corazón de Jesús y a Nuestra Señora de El Buen Suceso, Patrona de todos los ecuatorianos, que ilumine al Sr. Presidente en esta decisión crucial para el Ecuador.

Tenga la certeza, Sr. Presidente, que sus conciudadanos, los verdaderos ecuatorianos, sabrán reconocer su valor y sus principios para evitar un castigo de Divino sobre nuestra Nación.

Honrados de dirigirnos a Su Excelencia, nos subscribimos respetuosamente,

José Ignacio Gómez V.

Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción

tradicionyaccionec@gmail.com

1 Comentario

  1. Por favor señor presidente, el aborto es un delito. Nadie tiene el poder ni la autoridad para cometer un asesinato y menos contra su propio hijo, por más de que este en su vientre. Es más, la madre debe ser la primera persona en querer y defender a su hijo. Hasta las más feroces fieras lo hacen por instinto. Si no lo quieren, que lo entreguen en adopción. Todo el pueblo, el país, estaría en contra de la ley divina. Se olvidó el 5o. Mandamiento, no matar? Recuérdeselos.
    Cordial saludo,

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